Un pique entre un coche y un autobús en Zaragoza acaba en accidente en la A-2
La Guardia Civil investiga al conductor del turismo por un presunto delito de conducción temeraria
Una discusión en pleno casco urbano de Zaragoza terminó en un accidente de tráfico en la autovía A-2, a la altura del kilómetro 317. Los hechos ocurrieron el pasado 23 de abril sobre las 10:30 de la mañana, cuando un turismo comenzó a frenar bruscamente delante de un autobús con el que había tenido un altercado minutos antes en la ciudad.
El conductor del coche, un hombre de 51 años, es ahora investigado por la Guardia Civil por un posible delito de conducción temeraria, al considerar que puso en peligro la vida o integridad del resto de conductores.
Una escalada de tensión que acabó en la carretera
Todo comenzó con un pique en Zaragoza capital. Según los agentes del Destacamento de Tráfico de Zaragoza, ambos vehículos implicados —el autobús y el turismo— habían tenido un enfrentamiento previo en la ciudad, culpándose mutuamente del incidente. Más tarde, ya en la vía colectora que conecta con la A-2, el turismo adelantó al autobús y comenzó a frenar de forma repetida y brusca delante del vehículo pesado.
En una de esas frenadas, el conductor del autobús no logró detener el vehículo a tiempo y acabó colisionando por detrás con el turismo. Ambos conductores dieron negativo en las pruebas de alcoholemia.
El vídeo del accidente fue clave para la investigación
Días después, el conductor del autobús acudió a la Unidad de Investigación de Seguridad Vial del Subsector de Tráfico de Zaragoza para aportar un vídeo grabado durante el trayecto en el que se apreciaba claramente el momento del accidente.
Tras analizar las imágenes, los especialistas de tráfico abrieron diligencias contra el conductor del turismo por conducir con «temeridad manifiesta», al haber puesto en riesgo la vida o integridad física de otros usuarios de la vía.
Desde el Subsector de Tráfico han recordado que este tipo de comportamientos son prioridad en sus investigaciones, ya que suponen un grave peligro no solo para los implicados, sino para todos los conductores. Han insistido en que trabajan para que ninguna conducta peligrosa quede impune.